Una muestra de la desconexión con el entorno político y social, es la ausencia de representantes gubernamentales y de la institución en eventos tan significativos como el 55 aniversario de la delegación

Opinión

San Juan del Río, Qro. 9 octubre 2023.- La Cruz Roja, una de las instituciones más nobles y necesarias para cualquier comunidad, atraviesa una etapa de turbulencia en San Juan del Río bajo la gestión de Brenda Loredo Robles. Aunque se esperaba que su gestión reflejara progreso y dinamismo, los hechos indican lo contrario.

Es imposible pasar por alto el fracaso de las recientes campañas de colecta. Uno se pregunta: si la intención es genuina y el propósito es claro, ¿por qué se obtienen tan malos resultados? Más aún, el silencio sobre las cifras recaudadas genera desconfianza. Si la colecta ha sido un éxito, lo lógico sería que estas cifras se compartieran con orgullo y se hicieran públicas. Pero la opacidad reina, dando pie a especulaciones y dudas.

La marea de deserciones internas también es un reflejo de una gestión fallida. El personal voluntario, pilar esencial de la Cruz Roja, ha disminuido notoriamente, y no parece ser una casualidad. Las pugnas internas y la falta de liderazgo efectivo son factores que podrían explicar esta preocupante situación. Asimismo, el personal remunerado, esas personas que día tras día atienden emergencias y brindan servicios esenciales, están desmotivados y mal pagados. La baja calidad en la atención de emergencias y la notoria insatisfacción de estos trabajadores ponen en evidencia una gestión que, lejos de potenciar, está minando el espíritu de la institución.

Sin embargo, el golpe más contundente y que muestra la desconexión con el entorno político y social, es la ausencia de representantes gubernamentales en eventos tan significativos como el 55 aniversario de la institución. Ni el alcalde ni el Delegado Estatal hicieron acto de presencia, dejando un vacío simbólico y preocupante.

Y por si fuera poco, un hecho llama particularmente la atención: Brenda Loredo parece mostrar un fervor particular cuando se trata de la Cruz Roja del municipio de Amealco, un bastión gobernado por el PRI. Es curioso y algo revelador que en un territorio afín a su pasado político, Loredo se muestre más entusiasta y comprometida. Este tipo de actitudes lleva a cuestionar: ¿Dónde están las prioridades? ¿Hay un sesgo político que prevalece sobre el compromiso genuino con la comunidad?

¿Qué sucede entre Brenda Loredo y las esferas gubernamentales de San Juan del Río? Si bien la política debe estar al margen de instituciones como la Cruz Roja, no se puede ignorar que Loredo tiene un pasado vinculado al PRI, mientras que el gobierno actual es panista. ¿Hay desavenencias políticas detrás de esta desconexión? Si así fuera, es imperativo recordar que la Cruz Roja está por encima de cualquier color político. Su propósito es servir a la comunidad, y cualquier pugna partidista que interfiera en esa misión es inaceptable.

Brenda Loredo Robles debe responder a estas cuestiones y más. La Cruz Roja de San Juan del Río merece un liderazgo fuerte, transparente y, sobre todo, al servicio de su noble causa. La comunidad sanjuanense merece saber qué está sucediendo y qué se está haciendo para rectificar el rumbo. Las dudas están sobre la mesa y es imperativo que se aclaren. La Cruz Roja es demasiado valiosa para dejarse desvanecer en medio de la inercia, el silencio y las aparentes preferencias políticas.